28 de Octubre del año 2002, el
día más horrible en mi vida, mi hijo se iría en los brazos de su padre,
diciéndome adiós con su manita, ese fue el último día en que lo vi como un
bebé. Lo vi una vez más a los seis años y no lo he vuelto a ver. En un mes más
cumplirá 14 años, cuento los días en que sé que él me buscara. Ya pasé la línea
en donde lo legal podría haber cambiado algo. Lo hice, dos años de juicio
empantanados en Toluca, Estado de México. Si, las leyes en México podrán ser
maravillosas, pero pareciera que la aplicación o no de la justicia, depende de
los medios económicos de la persona. Ahora, a esperar a que él me busque, sé
que ese tiempo pronto llegará.
En fin, muchas madres podrán
comprenderme. El dolor de ésta pérdida ha sido pieza angular en mi vida, los
primeros años la destruyó, ahora la construyo con consciencia. En Noviembre
cumple años mi pequeño, ahora ya adolescente; en Diciembre, viene mi
cumpleaños, luego los eventos nostálgicos de Navidad, fin de Año, la ausencia
de mi padre a la mesa, las heridas de una guerrera sangran a carne abierta por
estas fechas.
Hace cuatro años, mientras mi
hija cursaba el tercero de primaria, la mamá de uno de sus compañeros me invitó
a ésta campaña que cambiaría el ritmo de mi vida.
Si, el dolor solo puede mitigarse
cuando haces algo por los demás. Y hace cuatro años “mis niñas” me lo
enseñaron.
Les voy a contar:
Esta señora, me invitó a conseguir
“padrinos” para darles un regalo de navidad a unas niñas de un orfanatorio que
no recibían en ese entonces ningún tipo de ayuda. Así que fuimos a visitar a
las madres para corroborar todos los datos e información de las niñas. La lista
de ropa, tallas, edades, en fin.
Al llegar, los baños estaban
descompuestos, el lugar se miraba oscuro, las paredes grises, carcomidas por el
tiempo, las niñas vestidas muy limpias pero con ropa vieja. Una de las madres,
me abrazó en agradecimiento por preocuparme por sus niñas, ese día, mi vida
cambio. Me di cuenta que el dolor que mi corazón cargaba no era ni tan grande
ni tan fuerte al mirar el rostro de éstas pequeñas, todas víctimas de
violencia, algunas violentadas tan fuertemente que en sus rostros de niña,
guardan toda la evidencia de un pasado que las acecha en cada una de sus
palabras y sus noches.
Los ojitos de mi pequeño, estaban
ahí… en cada una de esas pequeñas. Así que me puse manos a la obra, hice unas
llamadas y convencí a mi amigo Raúl Flores de Antena 3 para que les hicieran
una entrevista, luego comencé a hacer escándalo en twitter, lo pedí como regalo
de cumpleaños, pedí tantos regalos como niñas habían. Al principio todos
pensaron que encontrarían una lista de cosas para mí, pero cuando se dieron
cuenta que se trataba de una lista de cosas para “mis niñas” comenzaron a
cooperar.
Ahora “mis niñas” viven en
mejores espacios, un anónimo Senador, ayudó a éstas mejoras sin pedir ni un
recibo a cambio, muchas escuelas y personas han decidido ayudarles y me da
gusto como cada año “mis niñas” mejoran. Y ¿Qué creen? Mi corazón volvió a
sonreír. Si, sigo sintiendo el dolor de la ausencia de mi hijo, pero sonrío y
lloro, ya no solo lloro en estas épocas.
Creo que ese, es el verdadero
amor.
Este año el reto se presenta
nuevamente, y ya mi corazón me exige que me prepare para repetirlo, me han
hecho comentarios sobre lo complicado que será para mí el coordinar éste año el
evento. Pero les respondo:
Mira, de no ser por mi
participación en la TV de Capital 21, en Publimetro, a partir de ésta semana en
www.acusticaradio.com.mx
en donde hablaré de Salud energética, de iniciar a las 11 am llamados angélicos
en la colonia Nápoles por la calle de Filadelfia, consultar a todos mis
pacientes con el Tarot y en Curves Anzures dando cristaloterapia y terapia
psicobioenergética, además de los talleres y conferencias sobre ángeles y salud
energética que estoy yendo a dar a todo
el interior de la república y sin tomar en cuenta que tengo que sacar a mi
perra todos los días, cuidar a mi hija, estar al pendiente de lo que su maestra
me pida, ver a mi mamá y platicar religiosamente todos los días con ella,
además de suspirar por el amor que tarda en llegar a mi vida. No creo que tenga
muchas cosas que hacer, así que seguramente tendré tiempo de sobra para poder
hacer lo que mis niñas necesitan éste año para poder tener todo que se requiere
para celebrar que aún estamos vivos. Y creo que no dejo un segundo sin vivir a
plenitud.
¿Y saben? Esa es la razón por lo
que lo hago, para mostrarles a ellas que tienen oportunidad de hacer algo
mejor, para ellas y para otras personas. Este es mi cuarto año y no pienso
dejar de hacerlo por una agenda medianamente llena. Así que ha llegado el
momento de pedir ayuda.
Si, este año requeriré de
padrinos y voluntarios, quienes no puedan cooperar económicamente, entonces
tendrán que cooperar ayudándome a coordinar éste evento.
Les voy a dejar el correo en
donde coordinaré el evento: yomerasoy@nykte.com les voy a pedir
que escriban quienes quieran participa como “Voluntario”, “Padrino” o
“Voluntario Padrino” a quien quiera participar de ambos modos.
Les comento que el día del evento, pueden estar presentes quienes deseen
hacerlo. Pueden ver que se entreguen sus regalos, sin embargo los regalos se
les darán a todas de manera coordinada para que no haya premuras. Recuerden que
para las niñas, no recibir su regalo éste año, es una angustia.
Agradezco a todos los que
participen de éste evento y este año esperemos aprender mucho y seguir
creciendo con éstas pequeñas que año con año han sonreído gracias a su
cooperación.
Orfanatorio la Paz
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